TERAPIA GOTAS DE LLUVIA

Terapia Gotas de Lluvia                                           explicado por Eva Franklin - mi profe.

Las propiedades de los aceites esenciales, la tradición del pueblo lakota y las técnicas de la digitopuntura y la reflexoterapia se combinan en una nueva terapia que proporciona una mejora integral de la salud.

La terapia “Gotas de lluvia” es un método que combina nueve aceites esenciales en estado puro con un tipo de masaje inspirado en los conocimientos sobre el manejo de las energías de los indios lakota norteamericanos y en técnicas como la digitopuntura y la reflexología. Su creador, el doctor Gary Young, fundó Young Living Essential Oils en su búsqueda de alternativas para el tratamiento de enfermedades degenerativas y sus investigaciones acerca de la acción antibacteriana de los aceites esenciales contra determinados tipos de bacilos. Según Young, “los aceites esenciales cumplen la misma función en las plantas que la sangre en el ser humano. Producen más moléculas con capacidad de oxigenación que cualquier otra sustancia conocida y son sin duda el eslabón perdido en el campo de la salud, pues restablecen el equilibrio de la célula”. Precisamente la terapia “Gotas de lluvia” se basa en los estudios científicos que relacionan varios tipos de esclerosis y de desviación de columna con virus o bacterias que se mantienen en estado latente: trabajos como los realizados en el Hospital de Edimburgo (Escocia, Reino Unido), que relacionan unas partículas semejantes a los virus con la esclerosis idiopática. La acción de los microorganismos es neutralizada por los aceites esenciales cuando se aplica esta técnica, que, además de sobre la esfera física, influye sobre los planos emocional, mental y espiritual, propiciando el equilibrio integral del ser humano.

TÉCNICA Y APLICACIONES
El proceso, que dura alrededor de una hora, comienza con la fase llamada “Vitaflex” (vitalidad en los puntos reflejos), que se aplica en los pies. Consiste en administrar entre tres y cinco gotas de aceite en los puntos reflejos. A diferencia de la reflexoterapia, en la que se practica una estimulación constante, se hace realizando un movimiento circular. En una segunda fase, denominada propiamente “Gotas de lluvia” (Raindrop, según su original inglés), los aceites esenciales son aplicados desde una altura aproximada de 15 cm, dejando un rastro de gotas a lo largo de la columna, para luego llevar a cabo unas pasadas ligeras, a modo de “brochazos” de plumas (feather stroking), como hacían los lakota para esparcir la energía. Es importante cuidar el escenario donde se desarrolla la sesión. Un lugar en penumbra, libre de distracciones y ruidos le otorga más eficacia. El receptor debe, a su vez, implicarse en su propio proceso de sanación a través de una respiración consciente, pausada y profunda. Los resultados de la terapia sorprenden en ocasiones por su inmediatez: las vértebras pueden empezar a realinearse sólo con una sesión. Por lo general, los pacientes registran también un aumento de la energía y el bienestar. Durante el taller celebrado en Madrid el pasado mes de noviembre la estatura del 92% de las personas que habían recibido el tratamiento se incrementó entre 1 y 1,5 cm. La terapia “Gotas de lluvia” está indicada, además de para problemas de espalda, para aliviar dolencias como infecciones respiratorias, trastornos digestivos, insuficiencia hepática, estrés, desequilibrios emocionales, etc. Además de los aceites básicos que se emplean en esta técnica –orégano, tomillo y la mezcla “Valor”–, se utilizan los específicos para cada patología. El efecto de los aceites permanece durante entre una semana y diez días. Como explica la farmacéutica Beatriz Perales, los monoterpenos y sesquiterpenos que forman parte de la composición de algunos aceites esenciales tienen propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antiedematosas. “Por ello –añade– sirven para tratar procesos inflamatorios y alteraciones de la piel por vía tópica.”

EL ACEITE DE LADRONES: PODEROSO ANTIVIRAL
En la búsqueda de nuevos aceites con poderes terapéuticos, el doctor Gary Young se embarcó en la investigación documental sobre un producto conocido como “aceite de ladrones”, que rebautizó como Thieves. Este producto debe su nombre a una curiosa historia. Durante el brote de peste negra que azotó Francia en el siglo XIV cuatro ladrones se perfumaban con una combinación de clavo, romero y otras hierbas aromáticas para protegerse de la enfermedad y poder robar sin peligro las pertenencias de los cuerpos de las víctimas de la peste. Cuando fueron capturados, se les ofreció una pena menor a cambio de que revelasen el secreto. El doctor Young ha rescatado esa fórmula y la ha añadido un aceite más para crear una mezcla antiviral de gran potencia.

A CADA ACEITE...SU PROPIEDAD
La técnica “Gotas de lluvia” combina una gama de aceites esenciales que funcionan sinérgicamente y deben ser aplicados siguiendo un orden muy estricto. Las principales variedades son:
· Aceite de orégano, con propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
· Aceite de tomillo, que inhibe el crecimiento de microorganismos infecciosos.
· Aceite de albahaca, con efecto antiespasmódico.
· Aceite de ciprés, que mejora la circulación y reduce la inflamación.
· Aceite de gaulteria, indicado para huesos y articulaciones.
· Aceite de mejorana, relajante muscular y antiespasmódico.
· Aceite de menta, que se aplica al final para potenciar el efecto del resto de los aceites y tiene propiedades calmantes y antimicrobianas.
· Las mezclas de aceites llamadas “Valor”, que actúa sobre las esferas física y emocional, y “Siez”, para tratar los músculos.

FRECUENCIAS ARMONIZADORAS
Nuestro cuerpo posee actividad eléctrica, que tiene una determinada frecuencia. Por ejemplo, el cerebro humano tiene una frecuencia de entre 72 Mhz a 90 Mhz, en tanto que las frecuencias de los aceites esenciales que se utilizan en esta terapia oscilan entre los 52 Mhz y los 320 Mhz del de rosas, que es el que la tiene más alta. “Cuando respiramos baja nuestra frecuencia –explica la terapeuta Eva Franklin–
debido a los radicales libres que nos bombardean. También lo que comemos, bebemos o nos aplicamos en la piel, e incluso los pensamientos negativos, bajan nuestra frecuencia. En concreto, estos últimos la hacen descender 12 Mhz, frente a los pensamientos positivos, que la hacen ascender 10 Mhz. Una simple inhalación de estos aceites esenciales en estado puro es capaz de elevar nuestra frecuencia con rapidez.” Ello genera una mejoría general de nuestra salud. Antes de emplear aceites esenciales, conviene consultar a un experto sobre cuál es la fórmula más conveniente para cada caso. Las mujeres embarazadas y quienes sufren epilepsia o hipertensión deben ser especialmente cuidadosos con su uso. En cualquier caso, como señala la guía Aceites esenciales, editada por Essential Science Publishing, deben aplicarse siempre sobre la piel completamente limpia, evitar el contacto con los ojos y ser diluidos en aceite vegetal para evitar posibles reacciones dérmicas adversas. José Alonso Quintanilla, especialista en Medicina tradicional china, considera que la terapia “Gotas de lluvia” “es una herramienta para ayudar a restaurar el equilibrio e influir de forma positiva sobre los cuerpos energético y emocional, favoreciendo así un mejor empleo de las capacidades mentales”. Quintanilla insiste, por otro lado, en el papel fundamental que juega la actitud del paciente: “Si el receptor participa de forma activa llevando a cabo una respiración adecuada, con hábitos alimenticios y de vida correctos, como hacer ejercicio o practicar tai chi, y teniendo pensamientos positivos y una mente abierta, asimilará mejor los aceites y obtendrá mayores beneficios”. “Podría decirse –concluye–que en la salud interviene todo lo que pensamos, sentimos, hacemos, hablamos, vemos, olemos y comemos.”

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